En la sociedad de la información.
Reflexiones sobre Daniel Bell
¿El fin de las ideologías ?Es así como este sociólogo de origen Judío, nacido como Daniel Bolotzky en Nueva York en 1919 titula una de sus obras más importantes.
Bell fue un sociólogo particular: ejerció como periodista en la revista ‘Fortune’, escribiendo sobre todo acerca de las formas de trabajo en Estados Unidos durante los años de fuerte industrialización y prosperidad de la década de 1950; trabajó luego para el Congreso para la Libertad de la Cultura, un organismo con sede en París que promocionaba la cultura anticomunista en plena Guerra Fría, financiado por la CIA.
Asimismo él se consideraba de una manera casi paradójica, “socialista en economía, liberal en política y conservador en cultura».
Quizás todo esto era en parte fruto de los horrores bolcheviques sufridos por los ciudadanos rusos en la revolución bolchevique de 1917. Alguna vez Bell apuntó que a todo intelectual de izquierda le llega tarde o temprano su Kronstadt (refiriéndose a la brutal represión bolchevique contra un grupo de marineros Rusos).
Luego fue responsable de la revista ‘The Public Interest’ junto a Irving Kristol, el padrino del neoconservadurismo, abandonando esta para ejercer la docencia universitaria primero en Columbia y luego en Harvard.
El fin de las ideologías y la era de la información
En su obra ‘El final de la ideología’ (1960) afirmaba que “en el mundo occidental existe hoy un robusto consenso entre los intelectuales sobre las cuestiones políticas: la aceptación del estado del bienestar; lo deseable de la descentralización del poder; un sistema de economía mixta y el pluralismo”. En este sentido, decía, “la era ideológica ha terminado”.
Además caracterizaba a la “era de la información” o Post-industrial, como le gustaba llamarla a una era donde se producirá un agotamiento de lo ideológico, lo político, las clases y sus luchas. Quizás sostenido en el tiempo por una burocracia política que no puede reinventarse y sostiene grietas y luchas en pos de mantener su “puestito”.
Una era marcada por un “fin del compromiso” un agotamiento de ideas e ideologías que provienen de siglos pretéritos.
Quizás de manera demasiado optimista e integrada, declara que la historia y las ideologías ceden ante la implantación universal de la democracia y de la economía de mercado.
Asimismo enfrentándose con los teóricos apocalípticos de la escuela de Frankfurt – tan en boga en sectores progresistas de izquierda- declara que estos críticos de la sociedad de masas y sus consecuencias solo ven aspectos negativos en la sociedad moderna, poseyendo una visión de carácter elitista y europeizante
Esta sociedad post industrial está caracterizada por la carencia de ideología o quizás por una ideología hegemónica como el libre mercado y la socialdemocracia.
Según Bell, Posee las siguientes características:
- Un traspaso de la economía industrial a la de servicios.
- Una Mutación en la estructura laboral
- Preeminencia de los profesionales y especialistas
- El conocimiento teórico como innovador y motor de políticas públicas.
- Una importante necesidad de anticipar el futuro.
- Un auge de las nuevas tecnologías “intelectuales” es decir análisis de datos para la toma de decisiones.
Según este sociólogo, la era de la información es una era marcada por un paso de una sociedad centrada en “labor theory of value” a una sociedad marcada por“Knowledge theory of value”, es decir una era donde prima el valor de las ideas, es decir la información por sobre el trabajo industrial y manufacturera.
Con respecto al valor de la información, declara que toda sociedad es una sociedad de la información y cada organización es una organización de información resultando esta imprescindible para el funcionamiento y organización de cualquier actividad.
El desarrollo post industrial empieza a surgir con la elaboración de software; se va avanzando hacia los sectores post industriales. Se tienen todos los recursos, pero aún no se ha materializado completamente.
Las sociedades ricas se irán volviendo cada vez más desindustrializadas, basarán sus economías en la acumulación y el manejo de la información, su sector más importante será el de los servicios. Todo ello dará pie al auge de la ciencia y la tecnología, creando nuevas élites técnicas que obligarán a rehacer la idea clásica de clase social.
The Coming of Post-Industrial Society’ (1973)
Desmarcandose de la izquierda Bell declara que el comunismo ha fracasado a nivel interplanetario siendo solamente posible un capitalismo democrático, un estado de bienestar donde el estado debe tener un importante papel interventor.
El sistema democrático
Cuando se le preguntaba sobre si es posible exportar la democracia norteamericana, Bell opinaba: “Todo depende del significado de democracia. El propio Tocqueville señaló que la democracia puede ser una tiranía. Una tiranía de la mayoría. Hay una cuestión aquí, no de democracia, sino de libertad y de derechos. El problema crucial no es la exportación de la democracia, porque la democracia puede adoptar formas muy diversas”. Asimismo declaraba La libertad y el imperio de la ley como los valores cardinales porque limitan los excesos de la democracia.
Conclusiones
¿Transitamos un mundo sin ideologías? o en la presente sociedad de la información asistimos en cambio, hacia una hegemonía tecnocrática materialista, una mezcla de distintas concepciones del mundo que peligrosamente nos hacen olvidar las características intrínsecas que posee el hombre como ser único, sujeto y poseedor de una dignidad única que lo caracteriza desde los albores de la humanidad. ¿Somos testigos de un predominio de la cifra y de la técnica por sobre cuestiones humanas y metafísicas que exceden la dureza de la ciencia?
Veremos a que nos lleva la sociedad y su transitar siempre recordando nuestra concepción del hombre como ser único y digno, sujeto y no objeto.
Lic. Agustín M. Layús
Fuentes
Bell, D. (2015). El final de la ideología. Alianza Editorial.
https://www.lanacion.com.ar/opinion/daniel-bell-la-democracia-no-se-exporta-nid575076/